Más de 400 profesionales y cerca de 4.000 personas de público general han intervenido en el Congreso Nacional del sector funerario celebrado en Sevilla
Fórum Panasef ha agrupado en Sevilla al sector funerario al más alto nivel. Se han reunido expertos de todos los puntos del país y representantes de la Administración para debatir el momento en el que se encuentra el mercado funerario tras la pandemia; evaluar su posición ante la sociedad y buscar su proyección de futuro. Celebrar la vida, y remarcar que hay que aprender a hablar de la muerte sin tabúes.
La elección de invitados de honor al foro como José Bono, Alberto Ruiz Gallardón, Vicente del Bosque, Enrique Sánchez, y Leo Harlem han incrementado el interés del evento, y el atractivo para la asistencia de público externo al sector.
Según las ponencias, reuniones y talleres de los expertos, el mercado funerario se halla en un momento de ajuste a niveles prepandemia aunque todavía con tasas superiores de mortalidad a la media de 2019.
Además, está enfrentándose a un fortísimo incremento de los costes, especialmente el energético, de vital importancia para hacer funcionar los hornos crematorios, mantener iluminadas y climatizadas 24 horas instalaciones de miles de metros cuadrados (como son los tanatorios), así como el combustible necesario para mover sus amplias flotas de vehículos.
El sector afronta un gran desafío respecto al medio ambiente y la búsqueda de mayor sostenibilidad.
Asimismo, los cambios de mentalidad de la sociedad se han puesto de manifiesto en tendencias a celebrar de diferentes maneras los funerales. El notorio incremento de las cremaciones, las crecientes ceremonias civiles para homenajear al difunto, los llamados servicios emocionales o cementerios en contacto con la naturaleza.
También muy importante sería avanzar en una legislación a nivel nacional que modernice y complemente el vacío legal al respecto.
Los tres días de congreso de Fórum Panasef han contribuido, sin lugar a dudas, a acercar los servicios funerarios a la sociedad. Para ello, ha sido un éxito la cantidad de actividades tan variopintas que han acercado a todo tipo de público al evento; desde los más pequeños, con cuentacuentos, teatro y musicales entorno a la muerte (para naturalizarla entre las nuevas generaciones); los adolescentes, motivados con concursos relacionados con el arte de los grafitis, la fotografía, la ilustración o los microrrelatos; o los más mayores, con lecciones de gastronomía del Día de Todos los Santos, de arte e historia, o enseñando a valorar el patrimonio de nuestros cementerios, seña de identidad de cada cultura y pueblo.
